ENTER SOCIAL RIGHTS. TRAINING COURSE
Irene Aranda, Lucía Taboada e Irene Alcalá.
Velden am Wörthersee (Austria)
30 Agosto - 6 septiembre 2015

Allí, las tres compañeras de España, Irene Aranda, Lucía
Taboada e Irene Alcalá, pasamos una semana junto a personas de otros 8 países
aprendiendo sobre los derechos sociales. Quizás para muchas personas esto pueda
sonar aburrido, pero nada más lejos de la verdad, lo bueno de estos proyectos
es que se rigen por un sistema de educación no formal, es decir, todo lo
hacemos a través de juegos, dinámicas, debates, actividades al aire libre, etc.
Además, no todo era trabajar, disponíamos de tiempo libre para visitar la
ciudad y siempre hay al menos un día que nos llevan de excursión.
La organización de cada día era prácticamente la misma: De 8
a 9 de la mañana teníamos tiempo para desayunar, a las 9:30 empezaba la primera
sesión, que terminaba a las 11 con un pequeño recreo para reponer fuerzas (ya
fuese comiendo o simplemente descansando) para la siguiente sesión, que duraba
desde las 11:30 hasta las 13:00.
A las 13:00 nos entregaban un ticket para comer y podíamos hacerlo y descansar hasta las 15:00, cuando empezaba la tercera sesión del día, que duraba hasta las 16:30; a dicha hora había otro pequeño descanso, para empezar la última sesión desde las 17:00 hasta las 18:00. Tras esto teníamos un rato de reflexión donde hablábamos por grupos sobre cómo había ido el día, que queríamos cambiar, nos gustaba o no, y posteriormente, un portavoz de cada grupo hablaba con los organizadores.
Tras esto cenábamos y posteriormente o bien las teníamos tiempo libre para lo que quisiéramos hacer o hacíamos alguna actividad más dinámica.
Siempre empezábamos las actividades de la mañana y de la
tarde haciendo “energizers”, juegos breves pero muy entretenidos que hacía que
enseguida todos nos volviéramos activos y dispuestos a participar al 100%.

Sinceramente, esta forma de enseñar es muy dinámica y divertida, así que vas adquiriendo conocimiento sin demasiado esfuerzo y de forma muy rápida.

Mucha gente que no se atreve a ir a este tipo de
intercambios y cursos por miedo a lo desconocido (otro país, otro idiomas,
distintas culturas) pero os animamos a todos a participar. Una vez allí os
daréis cuenta que todo eso no son más que barreras que solo están en nuestra mente.
En nuestro caso, conocimos durante el trayecto en tren a esta ciudad a las
chicas de Rumanía, con las que nos volvimos casi inseparables, y así nos
pasaría luego con el resto de jóvenes que conocimos al llegar. Es cierto que
hay que tener una mínima noción del inglés pero tampoco hay que agobiarse por
tener un buen nivel pues allí siempre se conoce a gente maravillosa que te
ayudará en todo lo que necesites, y podrás mejorarlo a medida que pasan los
días.

En definitiva, es una experiencia que todos deberíamos vivir al menos
una vez, ya que no solo aprendes cosas de otros países, sino que también te das
cuenta de cómo nos ven desde fuera a los españoles y, además, nos sirve para
conocernos mejor a nosotros mismos. Por supuesto, también se nos pegaba algo
del inglés, pues incluso entre nosotras mismas nos salía a veces hablar en este
idioma, aunque para comunicarnos y hacer amigos fue más importante lo que
transmitíamos con nuestro lenguaje corporal. Os animo a todos a que le deis una
oportunidad y participéis en estos proyectos, os aseguro que querréis repetir
como hemos podido hacer dos de nosotras y queremos hacer las tres.
¡También puede que tengáis la suerte que tuvimos nosotras y
salgáis en un periódico de Austria!
Muchas gracias al GDR, y en especial a Laura Aguilar, por
toda vuestra ayuda, no solo nos disteis esta oportunidad increíble que nunca
olvidaremos, sino que estuvisteis ahí para ayudarnos con cualquiera duda y con
cualquier preparativo que tuviéramos que hacer.
Comentarios
Publicar un comentario