Volunteering as an opportunity
Desde
el comienzo de este viaje sabíamos que nos aguardarían nuevas experiencias y
aprendizajes.
Quizás el primer día fue
el más caótico. En primer lugar, a una de las integrantes de nuestro grupo se le
olvidó el DNI, por lo que dispusimos de menos tiempo para pasar el control.
Asimismo, tuvimos que estar cinco interminables horas a la espera del próximo
vuelo, el cual llegó con retraso, por lo que perdimos el autobús que nos
aguardaba en Cracovia. Debido a este inconveniente tuvimos que contactar con
nuestro querido organizador polaco, al cual bautizamos como “Bartolo”, ya que
su nombre era un poco complicado de pronunciar, convirtiéndose esto en una
anécdota del viaje para recordar.
Foto 1: Espera
en el aeropuerto
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Una
vez instalados, en los días siguientes conocimos al resto de compañeros
procedentes de Polonia, Rumania y Hungría, con los que realizamos varios juegos,
actividades y talleres dirigidos a conocernos mejor, a tratar el tema que nos
ocupaba en este intercambio, el voluntariado, del cual hemos adquirido muchos
conocimientos como las ventajas y desventajas y tipos de voluntariado, así como
las experiencias vividas de nuestros
compañeros. También es de destacar el progreso y perfeccionamiento adquirido en
inglés a través de las actividades mencionadas.
Foto 2: Actividades
y talleres
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Hicimos varias salidas, dos veces fuimos al centro de Zakopane, y una de ellas tuvimos que hacer la típica actividad de entrevistar a las personas del pueblo, y, posteriormente, dispusimos de tiempo para visitar los encantos de la ciudad, y subir en folicular al monte Gubalowka, con unas vistas impresionantes. Otra de las salidas tuvo lugar el último día, y el destino fue Moskie Oko, uno de los cinco lagos más bonitos del mundo. Para llegar hasta allí tuvimos que recorrer 9km a la ida, por lo que andamos un total de 18km y, aunque estábamos muy cansados, mereció la pena, el paisaje era increíble.
Foto 3: Monte
Gubalowka
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