Experiencia en Rumania 

Do Sport, No Posts


Lider: Alberto Galindo Blanco
Sarai García González 
Juan Antonio Jiménez Marmolejo
José Alberto Albarral Bravo
Maria Isabel Ramos Jiménez
Andrea Hevilla Pérez
Lidia Fernández Martínez 

Del 16 de Agosto al 28 de Agosto, 2016 Rumania

Y aquí os dejamos la experiencia contada por cada uno de los participantes :) 

Mi rol en esta aventura ha sido un tanto diferente al habitual, para que lo entendáis deciros que era un proyecto inclusivo de intercambio en el que participaban personas Sordas y oyentes de 4 países diferentes (Rumanía, Eslovaquia, Croacia y como no España). En mi caso, me uní al grupo como Intérprete de Lengua de Signos, lo cual suponía una gran responsabilidad.
En cuanto a mi experiencia allí, he de decir que resultó ser una odisea. Nuestra aventura estuvo plaga de obstáculos e inconvenientes, en su mayoría causados por la falta de organización e interés de la asociación de acogida (nada que ver con lo bien tratados y atendidos que nos sentimos aquí por parte de GDR). Sin embargo y a pesar de que no hubiese más intérpretes de los diferentes países como se suponía o de que en ocasiones nos sintiésemos un poco incomprendidos por la organización rumana, he de decir que ha sido una de las mejores experiencias que he vivido.
Precisamente todos estas adversidades por las que pasamos, nos permitió unirnos mucho más como grupo y desarrollar nuestras habilidades y superarnos día a día para poder lidiar con los problemas que fueron surgiendo.
Si tuviese que quedarme con algún momento, destacaría por un lado el día de intercambio cultural, cuando enseñamos a bailar sevillanas a más de 30 personas entre los que había más de 12 sordos, fue genial y disfrutamos todos muchísimo.
En mi opinión lo mejor de este viaje fue nuestro equipo. Pude vivir una inclusión absoluta entre las personas Sordas y oyentes, como se relacionaban a la perfección a pesar de las barreras de comunicación. Ver como dos mundos se fusionan, como mis compañeras desde el minuto uno dejaron atrás los miedos y los posibles prejuicios y lograron integrarse dentro de la comunidad sorda y formar una piña... es algo que me emociona y digno de elogiar tanto por parte de mis compañeras como de los chicos y chicas sordas. Un ejemplo magnifico de convivencia y de cómo con interés y mentalidad abierta, las barreras se pueden superar.
Desde aquí animo a todo el que se le presente la oportunidad de participar en un experiencia como esta, que no lo dude, que se apunte y conozca mundo, personas, culturas y atesore experiencias y recuerdos maravilloso que guardará para siempre.




 Mi nombre es José Alberto y soy uno de los participantes de Erasmus + en Rumanía.
Durante mi experiencia en Rumanía, he podido conocer a mucha gente como a mis compañeros y compañeras españoles, con quienes he disfrutado muchísimo durante el Erasmus + y también he hecho amigos y amigas de otros países con quienes, hoy en día, sigo en contacto.
Sobre el Erasmus +, me temo que tengo la obligación de escribir en este artículo sobre mi experiencia con los responsables del Erasmus + (los anfitriones de Rumanía) que no ha sido buena por la falta de seriedad, de organización, de dinamismo, la ausencia de motivación y la calidad de las instalaciones donde dormimos, que tampoco eran óptimas, sobre todo, las comidas del hotel.
Durante la estancia en Rumanía, han surgido circunstancias que no esperábamos por parte de los responsables de la organización, pero intentábamos pensar en positivo y seguíamos adelante. En general, guardo un buen recuerdo de esta experiencia por la gente que he conocido, además gracias a ellos, he podido mejorar mi inglés y SSI (Sistema de Signos de Internacional) por la interacción con mis compañeros y compañeras durante el Erasmus +.
En el futuro, si me surge otra oportunidad para participar a Erasmus +, no lo pensaría dos veces, pero no me gustaría volver a participar en un proyecto que organicen los responsables de Erasmus + de Rumanía.



Pese a que, a priori, este proyecto no se adaptara demasiado a mis intereses decidí implicarme en él para conocer mundo y dar uso a mi "inglés". Digo "inglés" porque una vez allí, al escuchar a mis compañeros Eslovacos y Croatas hablarlo, te das cuenta lo que es saber hablar inglés y lo que no jajaja.
Tras un viaje muy largo y muchos días de madrugones me quedo con una experiencia maravillosa en la que he conocido a personas increíbles que me han hecho ver que pese a las dificultades físicas viven  la vida al máximo sin miedos ni inseguridades, que aunque ellos estén impedidos en la audición tienen algo que es mucho más fuerte y es las ganas de vivir, conocer y no conformarse con nada.
Recomiendo esta experiencia al 100% por el enriquecimiento cultural y vital que aporta siempre, aunque como en mi caso, no fuera lo que esperaba en algunos aspecto. Al margen de eso me quedo con lo bueno que he mencionado de esta experiencia única.Y Agradezco al GDR la oportunidad que nos da a los jóvenes de ver un trocito de mundo, con sus costumbres, sus paisajes, su gente...




Antes de partir a Rumania, ya se aceptaba la idea del viaje como un reto… 10 días, en otro país, con personas sordas y oyentes de países diferentes, sin tener ni idea de lengua de signos, sonaba muy interesante y sin duda lo fue.
De Rumania me llevo muchas experiencias positivas, aprendí gran cantidad de cosas, claramente fue un viaje único, lleno de momentos memorables y de personas increíbles. Jamás imagine que pudiera mantener una conversación con, por ejemplo, una eslovaca sorda. Aprendí que si quieres comunicarte con una persona, no importa que no sepa el mismo idioma que tú, o que no escuche, si quieres buscarás la forma de que os podáis entender y conocer.
Una de las cosas más graciosas que nos pasaba a nosotras, era que al estar tanto rato viendo o comunicándonos con los demás por lengua de signos, muchas veces al hablar entre nosotras lo utilizábamos también.
Fue un viaje lleno de buenas sensaciones, en el que el deporte fue protagonista, acercando y aumentando la relación entre nosotros.






Al principio de todo no sabía muy bien dónde me había metido porque nunca había tenido una experiencia relacionada con un intercambio. Cuando recibí la llamada no me lo esperaba y al final acepté sin saber qué experiencia tan increíble me esperaba por vivir. Después de eso, hicimos nuestra primera reunión para conocer tanto el proyecto como a las personas con las que iba a realizarlo. A pesar de que era un proyecto basado en la práctica deportiva, también estaba destinado para personas sordas por lo que todavía me llamaba más la atención, aunque un poco nerviosa al no conocer nada sobre ello.
Después de haber pasado un tiempo desde que llegamos de Rumania y haber analizado con más tranquilidad lo que vivimos allí, decir, que a pesar de los problemillas que pudiéramos tener, me quedo con el EQUIPO que formamos el grupo de España ya que sin ellos el viaje y el proyecto no hubiera sido lo mismo. Y por último, hablar de que estoy sorprendida por la manera en la que he podido ver cómo personas de diferentes países, hablando diferentes idiomas o incluso personas sordas de diferentes países, nos comunicábamos entre todos sin que existieran diferencias.
Sin duda alguna, una experiencia única para el recuerdo, la cual aconsejo aprovechar a toda persona que se le brinde la oportunidad, y aprender y disfrutar de cada momento y con cada una de las personas . 





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